(Citrus Sp.) La miel pura de azahar debe su nombre a las flores blancas del naranjo, el limonero y el cidro, llamadas de azahar por los musulmanes que poblaron la península entre los siglos VIII y XV. Se la considera un manjar de sabor único, y todos aquellos que la han probado, subrayan que esta variedad es una de las más aromáticas del mercado, distinguiéndose claramente si la miel proviene del néctar de un naranjo o del néctar de un limonero.
El Levante español es tierra de cítricos, y con la primavera, o a finales de invierno dependiendo de la zona, florecen los naranjos/limoneros, en un espectáculo donde el blanco de los azahares se alterna con el naranja o amarillo del fruto maduro antes de la recolección y las verde hojas, todo ello en un collage inconfundible. Las abejas mieleras utilizan el néctar de sus flores para elaborar una de las mieles más deliciosas del mercado entre las que se encuentran la miel cruda de azahar.
Esta variedad en particular se caracteriza por un altísimo nivel de azúcares, lo que le otorga una gran densidad, debido a la profunda cristalización de los mismos, lo que quiere decir que es una miel con una fuerte tendencia a la cristalización y que en iguales condiciones que otras mieles, esta solidificara antes.